domingo, 31 de mayo de 2009

A veces somos, que somos es nada.

Todos somos un Bukowski, un Charles Bukowski. Poeta y siempre jodiendo.
A decir verdad tú eres todo un Bukowski, y las demás somos tus chicas de piernas largas y caderas.
Y aún sigues bailando para buscar el conejo blanco.
¿Sabes qué ocurre si sigues así? que empezarás a perder el control de tu vida,
los días serán frenéticos, gritarás, y el conejo blanco guardará todo tu tiempo en su reloj. Y te hará correr. Entre té y tabaco de margarita.
Entonces, todo será aburrido como siempre.

Tú sigue siendo un Bukowski, que yo me quedo con mis domingos.
Puedes ser Hank también, si te apetece.
O puedes esperar hasta el final, que entonces todo será como nunca habías imaginado.


No sabes lo impresionable que puedo llegar a ser.

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