jueves, 12 de noviembre de 2009

Te escribí una carta llena de cursiladas.

Ya no es que París te siente bien, es que París se sentirá bien contigo.
Lo tengo comprobado matemáticamente.
Valladolid se siente bien a tu lado,
Cáceres, mi cama,
Un café a todas horas, un té a las doce de la noche.
Madrid, País Vasko,
Granada.
Y como no, yo. Es irremediable.