lunes, 26 de octubre de 2009

No te muevas.

¿Y ahora qué?

Hemos ido a más, y ahora mira la ciudad.
¿No lo notas? melancolía.

Estábamos bien como estábamos.
¿Que nos faltaba?
Nada.
Nos teníamos.
Eso es más que suficiente.

Pero ahora, míranos.
La ciudad respira melancolía.
La nuestra, supongo.

Y no te tengo.

O sí.

No importa.

O tal vez.

¿Una cerveza bien fría?
Sí, por favor.
Mejor tres tequilas.


Da la casualidad que ahora soy yo quien quiere ser toda una Bukowski.
(Siesquenoloeraantes).

En busca de mujeres, o de máquinas de follar.
Deeyaculacionesporlaciudad.
Y alguna que otra masturbación en mi habitación.

Toda una pena.
¿Que el qué?
Que no estés aquí.
Encima de mi cama.

¿Ahora quién me hará el amor?

Te pensaré.

sábado, 3 de octubre de 2009

Te prefiero en la almohada.

Estamos en las mismas,
con ganas y con menos.
Y no tienes ni la menor idea de como me siento.
Sin ti.
Sin.

Abril, que gran mes.
Y lo cierto es que no sé cuándo empecé a quererte.
No importa,
todos los meses son buenos.
Y empieza el frío,
entonces es cuando necesito de tu calor.
en mi cama,
o en la tuya.
En un cuarto de baño,
o encimadeti.

Fuguémonos.
A Marte. Venus.
Saturno.
¿Sabías que en Saturno hay sesenta lunas?
y que mejor forma de ponerle
las otras nueve nosotros dos.
De qué forma ni hablemos.
Empezando por los besos.
¡No se hable más!

Aguentemos un poco más,
sólo un poco.
Y cuando te decidas,
cámbiate de dirección,
múdate.
A mis piernas.
No me digas que no.

Y es que, en el fondo, con ganas,
con mudanzas,
con fugas,
sin saturno y sin sus lunas,
con Venus tal vez
oxidada,
sin calendarios,
con 14.
con tu vida,
con la mía,
con la de todo un poco,
lo mío,
lo nuestro,
lo tuyo.

En el fondo de cada párrafo,
puedo decirte que sí.
Que los cafés saben mejor con canela, azúcar
y si es para dos.

Lo que nunca te digo es que te quiero,
y joder, lo hago.
Imbécil.

Llévame a París. Me lo debes.

viernes, 2 de octubre de 2009

Empieza Octubre y sus 14.









Veámonos o desapareceremos. Y empieza Octubre y sus 14.

Te debo una noche. Te debo París. Mejor aún, te debo una noche en París.

Café para dos,
tu sonrisa,
tu olor de medianoche,
tarde y mañana.
Mis vestidos,
tu sonrisa,
tus camisetas con olor,
la cama,
tu sonrisa,
bingbangtheory,
risas,
como conocí a vuestra madre,
más risas aún.

Y ahora, somos como un criando malvas.
Tú Ned, y yo la muerta.

Contigo todo pasa rápido,
y de repente,
se me hace de día.

Tu sonrisa de nuevo.
Tú. Sonrisa.